Descripción
AUTOR/A: Hervás, Ramón.
Teogonías, gigantomaquias y angelologías son tres pantallas tras las cuales ha sido celosamente velada buena parte de la historia del hombre, desde que fuera expulsado del Edén. Tres pantallas que moldean asimismo nuestras estructuras mentales y deforman nuestros arquetipos de tal forma que solamente podamos ver aquellos que existen en realidad. Pero la realidad es un espejo que refleja todo cuanto tiene ante él y oculta todo lo que hay del otro lado. De ahí que para adquirir la sabiduría del celo, el hombre debe renunciar a la sabiduría terrestre. De ahí también que la sabiduría del cielo sea simbólicamente el conocimiento del ángel, una entidad hecha de aire y de fuego cuya misión consiste en ser adorador de Dios y servidor del hombre. Los ángeles nos hablan con voz silenciosa que no tiene eco en nuestros órganos auditivos pero que es claramente perceptible en oscuras parcelas de nuestra mente. Aprender a descubrirlos, a reconocerlos, a escuchar sus voces, no es solamente familiarizarse con el mundo de los fenómenos psíquicos sino que también, asumiendo aquella mente de niño que Jesús exigía a los suyos, es entender la lengua secreta que nos habla desde el silencio del cosmos.