Descripción
AUTOR/A: Varios Autores.
Si queremos ser dichosos, debemos pagar un precio.
Y este es el precio de nuestra felicidad: darse uno mismo, ni más ni menos.
Darse uno mismo no tiene nada que ver con fanatismos, o con deseos de notoriedad.
Tampoco con molestas obligaciones o forzados sacrificios.
Debe ocurrir espontáneamente, desde el amor y con alegría.
Y entonces adivine la dicha: como símbolo de amor.