Descripción
AUTOR/A: Apollinaire, Guillaume.
Quiso ser Apollinaire heraldo de los nuevos tiempos, y no cabe duda que lo consiguió. A los ojos actuales fue un poeta extraordinariamente delicado, que descubrió en sí toda la indecisión e imprevisibilidad de la Historia. Un cantor que tembló su voz como si ésta tuviese que cumplir la endiablada tarea de denunciar la irracionalidad del pasado y sentar algunas bases, por efímeras que fuesen, para un ordenamiento del porvenir.
A veces, sin embargo, el lector advertirá la tácita confesión de la importancia en las pausas de aquélla voz apasionada. Y no.
El mundo nunca cambiará. Lo suyo es locura: (Tendré que andar iluminándome entre las tinieblas)
Un desencanto precoz, en fin, que asumió la responsabilidad de pregonar el imposible advenimiento de un mundo feliz. (Nada es revolucionario, con excepción del candor), afirmó solemne. Y, en el fondo, Apollinaire, que no dejó de interrogar a su tiempo en busca de signos reveladores del porvenir, se adelantó a señalar el clima del cambio.